¿Qué opina un arquitecto del Metaverso?

A finales de enero me entrevistaron en Stepien y Barno, y entre otros temas de arquitectura de videojuegos acabamos hablando sobre el famoso metaverso.

Por ahora, lo más cercano que he podido experimentar del metaverso ha sido una conferencia y una exposición promovidas por Manuel Saga a través de Meetaverse y fue curioso poder interactuar de forma virtual con él y los asistentes.

Por lo demás, no sé a dónde nos va a llevar ni hacia dónde nos dirigimos. Es algo que lleva tiempo gestándose y que ha explotado en cuanto Mark Zuckerberg ha soltado la liebre de cambiarle el nombre a su empresa y proclamarse abanderado del metaverso, pero más allá de eso, y del auge de los nft y las criptomonedas, ¿Estamos a las puertas de un nuevo mundo virtual?

Creo que aún falta mucho para que veamos hacia dónde nos lleva todo esto, pero está claro que podemos empezar a teorizar sobre los temas que, como arquitecto, me tocan más de cerca. Por ejemplo, en la entrevista me preguntaron si sólo los arquitectos podemos diseñar edificios para los entornos virtuales.

Pienso que todo depende del uso que se le vaya a dar a esos espacios virtuales. A día de hoy hay una profesión enfocada a diseñar edificios y espacios habitables. Cuando la gente no nos contrata y, por ejemplo, realiza una reforma sin nuestro criterio, aparte de que cabe la posibilidad de que sea un trabajo irregular, el resultado posiblemente tenga unas carencias. Si trasladamos esto al mundo virtual, el espacio se tiene que vivir como algo real y algo útil, así que a primer punto de vista deberíamos estar también ahí para ayudar a desarrollarlo.

Sí que es cierto que al otro lado de la pantalla no habría tanta normativa como implica nuestro trabajo, o al menos no parece que haga falta. Comentaba hace poco Susana Gallego también en el blog de Stepien y Barno que en el metaverso el trabajo del arquitecto se facilita porque no existen la meteorología, los costes de construcción ni el código técnico. Pero igual que en nuestro mundo el CTE pone reglas a la edificación, aunque quizá no hagan falta densos manuales para este nuevo mundo, un arquitecto sabrá mejor qué proporciones necesitan los espacios, y así se demuestra en algunos casos.

Recuerdo que al jugar con las gafas VR de PlayStation a Resident Evil VII, en algunos casos los escenarios me sacaban de lugar precisamente porque el tamaño de las puertas no estaba ajustado a cómo debería ser. Un simple problema de escala echaba por tierra la sensación de realidad que tan trabajada estaba en calidad de modelado y texturas.

Y no solo de proporciones podemos aportar los arquitectos a los edificios virtuales; también salió en la entrevista la Mars House, una obra virtual de la artista Krista Kim que se vendió por 500.000 dolares y que ahora he analizado más detenidamente (en el vídeo cuento más sobre ella).

Hará falta ver hasta qué punto ese espacio se puede usar. ¿Cómo se experimenta la casa?, ¿cómo es de útil?, ¿qué proporciones tiene el espacio? Quizá lo que ha diseñado la artista es algo muy visual pero luego aporta una sensación rara de falta de proporciones o de realidad.

Si buscamos vivir una realidad paralela que tiene que ser virtual, en la que se tiene que vivir de forma digital el espacio, las medidas, las proporciones, las sensaciones que produzca, etc. todo tiene que estar medido y estudiado.

Si en el metaverso buscamos hacer un reflejo de nuestro mundo en el digital, creo que los arquitectos tenemos que estar ahí; si, por otro lado, lo que buscamos es solo una herramienta creativa para enseñar renders que no se usan ni se viven, que solo deben sorprender por su estética, la labor de crearlo se puede democratizar un poco, aunque sus edificios tendrán carencias como la ya comentada proporción o la relación con el entorno.

Lejos de la especulación y la ganancia directa de quien quiera lucrarse vendiendo este tipo de proyectos, creo que la arquitectura virtual, y, posiblemente, el metaverso, puede orientarse hacia facetas de la arquitectura mucho más importantes, como la conservación del patrimonio.

Hace unas semanas, comentaba con Lope de Toledo por twitter sobre la desmantelación de la Nakagin Tower de Tokio que para estas situaciones veo realmente útil la realidad virtual. Quizá el metaverso pueda disponer de un museo virtual de edificios y espacios perdidos en el tiempo, que ya no existan o que se tengan que preservar mejor. Otro ejemplo podría ser el poder realizar una versión digital de las tumbas del Valle de los Reyes, que ya acusan graves deterioros por culpa de la masificación del turismo.

Con esa esperanza sí me gusta pensar en el metaverso, no como algo que nos separe o establezca diferencias económicas entre nosotros, sino como una manera de preservar la cultura en el entorno virtual.

Como comenté en la entrevista, si creamos un mundo digital es para tener la segunda oportunidad de aquellas cosas que no hemos logrado en nuestro mundo, así que no repitamos allí los mismos errores que en el mundo real.

Para saber más tenéis este artículo de Susana Gallego del que os hablaba.

Y si queréis saber de forma general qué opino de la Arquitectura de los Videojuegos, podéis leer otro de mis artículos.

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Germán Valle
A pesar de que soy arquitecto desde 2015 y estoy empeñado en ayudar a construir, creo que más allá de la rigidez de nuestro mundo laboral hay lugar para los arquitectos al otro lado de la pantalla, donde podemos aportar nuestra visión y conocimientos al equipo creativo de los mundos que visitamos en la ficción.

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